domingo, 15 de enero de 2012

Primer desahogo de 2012


Siento que tengo una maldición, donde todas mis amigas tienen que perder su tiempo con unos hombres que no las merecen.

¿Por qué les costara tanto dejar ir a esos hombres que no valen la pena? En ocasiones creo que lo hacen solo para hacerme molestar. Menos mal, hay unas que aún puedo contar con una sola mano que si han encontrado buenos hombres y han sido correspondidas.
Si no sirve, pasa la página ¿Por qué les cuesta dejar ir eso que no sirve y abrirse a recibir algo mejor?
Y ni hablar del hecho de disfrutar la soledad... Definitivamente, si no es lo suficientemente bueno para mí, la soledad es mi elección...
Creo que de ahora en adelante, antes de entablar una amistad con una mujer, preguntaré primero sus dramas románticos. Siento que he perdido a dos amigas, a una la baja autoestima la tiene en el fondo y la otra no sé que le paso.
Si no te agarra la mano, si no te busca, si no te llama, NO TE QUIERE...
Tengo un debate interno por saber cuál es peor, si la que el tipo solo la usa para el sexo o la que ni para eso la toma en cuenta.
Como dice @LuisFernandez14 serian más felices si no ''sobrevaloraran'' el sexo y aprendieran a tener ''Sexo sin amor''...
Definitivamente, la culpa de toda la tiene Hollywood, que nos ha enseñado que los hombres son ''Detallistas'' y en si son ''Machistas''.
El dice que cuando una mujer le pregunta si le da chance a un tipo con el que salió, se perdió y aparecía a la semana, responde: ''No te des chance, date más bien cuenta de que rodaste y de que el tipo, realmente, no está interesado en ti''
Y no, esta vez no le echo la culpa a los hombres, para nada, ellos han sido creado así, pero si tienen sentimientos y si se enamoran. Sólo que esas mujeres faltas de autoestima, que se pegan como una garrapata del tipo y el no encuentra como quitársela de encima. Entonces, ahí es donde ellos se vuelven unas mierdas... O en el peor de los casos asumen la relación, pero maltratando. Si, maltratando... Dominando a la mujer y en el peor de los casos, celando como locos porque ellos no las aman y las traicionan.
En fin, esta ha sido la historia de mi vida con mis amigas toda mi vida, no, no es de ayer pa' ca' es de siempre...
Si alguien se siente aludida, que se ponga la chaqueta, igual, ya aprendí a ser amiga con ese carma.
Mientras, yo seguiré con mi autoestima esperando que aparezca uno que valga la pena... Y de contrario, disfrutando a los que no sirven.

Luisa Mata @Luisa24Arjona.

jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Y si nos lanzamos?



Hace un par de días estaba viendo un episodio de una de mis series favoritas ‘Sex and the City’ en este capítulo Carrie (Una de las protagonistas) estaba tomando clases de trapecio, ya en la cima y a punto de saltar se arrepiente. ¿Por qué cuento esto? Es una buena metáfora para empezar a escribir lo que quiero expresar. 
Cuando somos niños y hasta adolescentes lo único que pensamos es en divertirnos, vienen las fiestas, los amores, l@s amiguit@s, las borracheras. Luego, “crecemos” vienen las responsabilidades y dejamos de lado toda esta diversión, aprendemos a ser más cautelosos en todo.
Y nos preguntamos ¿Cuándo es que todo dejo de ser divertido y empezó a ser aterrador?
Estamos ahí arriba miramos antes de saltar y a veces ni siquiera saltamos. Si este riesgo tiene que ver con el amor, dejar tu trabajo, o mudarte y dejarlo todo, el miedo a saltar es más fuerte. Porque creciste y ya no está mami, ni papi, ni nadie ahí debajo para atraparte.
Lamentablemente en la vida no hay una red de seguridad, pero en ocasiones, si hay esos hilos fuertes llamados amigos que están ahí para armar esa red que necesitas, o que si te caes estarán ahí para levantarte.
Durante la vida habrá muchas oportunidades para saltar, en unas tendrás alguien a tu lado que te acompañe a saltar, en otras la red será tu soporte, así como en otras te caerás ¿Pero cómo saberlo si no te atreves a saltar?
Un día decidí que era hora de dejar el miedo atrás y divertirme, de no resultar también me sentiré feliz porque me atreví a lanzarme y diré que sobreviví porque tengo una buena red de seguridad para aguantar el golpe.

domingo, 21 de agosto de 2011

Cuando excusamos el amor

No sabía como titular este post ni comenzarlo a escribir, pero la primera frase que se me vino a la mente fue: "Cuando justificamos el poco o nulo amor recibido".
En cualquier tipo de relación (Familiar, amistosa, amorosa) se nos hace difícil reconocer que uno está dando más que el otro. Cuando la persona que queremos tiene duda de sus sentimientos o nos quiere con limitaciones, puede haber en nosotros una sensación de agradecimiento, como sino de un favor se tratara. Hey STOP estás justificando ese poco amor.
¿Crees merecerte una persona que sólo te quiere a medias?
¿Acaso no eres una persona valiosa?
¿Crees que no puedes encontrar una persona que te quiera como lo mereces?
Es lamentable meterse en el corazón a personas que no merecen absolutamente nada, que vivimos dándole oportunidades porque tenemos esperanza que en algún momento cambiaran. Pero al final eso no sucede, y te das cuenta que no valió la pena todo aquello que hiciste. Porque estás allí en todo momento aunque cliché suene "en las buenas y en las malas" dándolo todo por el todo en esas relaciones. No es esperar un "Gracias" no es cuestión de agradecimiento, es que te retribuyan al menos un poco de todo eso que das.
De igual manera, en algún momento viene al arrepentimiento de nuestro familiar, amigo pareja, etc. Y en la mayoría de los casos es demasiado tarde.
El amor tiene que ser bidireccional. Eso de "Yo tengo suficiente amor para los 2" hay que olvidarlo. El sentimiento tiene que ser mutuo.
Si estás del otro lado, entonces valora lo que tienes, dí y demuestra todos los días lo que sientes por tus seres queridos y esas personas especiales que te rodean.
Recuerda "El que te quiere de verdad se esforzará para hacerte feliz, pero sólo si esa persona es feliz".


sábado, 23 de abril de 2011

Día del libro: "Rayuela"


Para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar el aporte de los grandes escritores a nuestra sociedad, el 23 de abril fue escogido por la UNESCO para celebrar el 'Día Internacional del libro'.
Como ya casi termina el día este post es como medio apurado y sin mucho empeño de un sábado que más bien parece domingo, sólo haré homenaje a un libro, al primero que se me vino en mente: Rayuela de Julio Cortázar.
Rayuela fue publicada en 1963, justo el año en que nació mi madre, y esa es otra de las razones por las cuales amo este libro. Según el mismo escritor Rayuela es «La experiencia de toda una vida y la tentativa de llevarla a la escritura».
"Lo que plantea el libro es la negación de la cotidianidad, para poder abrirse a otras realidades, donde las situaciones más absurdas se toman con total ligereza hasta lo más trágico es, tal vez, tomado con sentido del humor. Estos caminos que se plantean, y son un camino más para llegar al cielo de la Rayuela".
Antes de comenzar el libro recomiendo revisar en que consiste el juego de la Rayuela, ya que puede ser leído como tal. En sus primeras paginas posee en un tablero enumerado en el cual el lector podrá escoger según su preferencia la manera de disfrutarlo.
A continuación les dejo algunas de mis citas favoritas de este libro:

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos."

"Todo dura siempre un poco más de lo que debería."

"Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor".

"Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo."

Descarga 'Rayuela' aquí

martes, 19 de abril de 2011

No todo en esta vida es un bello cuento de hadas

Siempre he tenido la teoría que las historias de novelas, películas y todas esas cosas influyen en nuestra vida amorosa. Incluso desde pequeños nos muestran eso con los cuentos de hadas. Nunca falta la madre que te da las esperanzas que cuando crezcas vivirás un hermoso romance de Disney.

Te cuentan aquello que el hermoso príncipe vendrá por ti o encontraras a la mejor mujer del reino. Conoces a esa persona que crees que es la correcta, hasta ahí todo va bien. Luego, viene el momento donde la bruja o el villano se mete en la relación, nunca faltan las terceras personas, pero crees que todo se resolverá porque te dijeron, y te lo creiste que a la final siempre triunfa el amor. “…Y vivieron felices para siempre. ¿Para siempre? Acaso ¿La gente no se muere? ¿No se separa? ¿No se divorcia?

No quiero parecer una bruja, ni el grinch del amor y con esto tampoco quiero decir que el amor no exista. Si existe pero no de la manera que nos los han planteado

El patrón de las bellas historias de amor es el posible culpable de tantas decepciones. Pocos amores hay eternos y para toda la vida.

No debemos guiarnos por estos deslumbrantes cuentos de los que vengo hablando.

¿Qué sucede cuando lo hacemos? Al entablar una relación afectiva con alguien los primeros 3 meses es todo color de rosa pero, luego ¿Qué pasa? Muchos comentemos el error de querer moldear la persona a nuestra manera, a vivir la vida que nosotros queremos, a hacer las cosas que nos gustan y muchas veces no escuchamos lo que esta quiere decir.

La gente no puede ser como tú quieres que sea.

La gente no puede pensar como tú quieres que piense.

Nadie en esta vida puede o debe cambiar para que tú lo quieras.

La clave está en no crearse las expectativas que siempre nos creamos cuando conocemos a alguien. Y dejar de pensar que todo será una hermosa novela de Nicholas Spark.

Si esperas más de alguien de lo que te puede dar terminaras desilusionándote.

Shakespeare decía: Siempre me siento feliz ¿Sabes por qué? Porque no espero nada de nadie.

Deja que el amor sea libre, corre riesgos, disfrútalo, vívelo intensamente como si cada día fuese el primero. Sino funciona déjalo ir y date una nueva oportunidad de ser feliz.

Y colorín colorado esta entrada se ha terminado

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ricardo Arjona: Carta a un padre

Don Ricardo: Recién graduado de maestro, allá por los años 40, tomaste el tren de las coincidencias persiguiendo en mapas las coordenadas que te llevarían a la plaza de maestro que te otorgó el Ministerio de Educación, al otro lado del mundo, en San Agustín Acasaguastlán. Además, para tu suerte, te toparías con Mimi, la maestra más guapa del lugar.
Ahí serías, por primera vez, el Profe a tus apenas 19 años; pero, además, el rey de la serenata y la bohemia; el principe del billar y el enamorado de la vida y las mujeres hasta que doña Mimi te marcó las reglas del juego. Yo ya te admiraba y me faltan años para nacer. A veces llegué a pensar que en el banco de niños soborné a algún ángel de poca vocación para que me brindara el milagro de poder ser hijo de alguien tan extraordinario como vos. De lo contrario, cómo explicar tantísima suerte.
Te enamoraste de Mimi y nacieron mis hermanos, y cuando parecía que la cosa se quedaba así, el ángel corrupto se aprovechó de una noche de descuido y tuviste un accidente al que después llamarías justamente como vos, yo.
¿Te acordás cuando vacié la alcancía de mi hermana para dedicarme a las apuestas del billar? Con apenas 13 años, yo ya me codeaba con los adultos en el sitio aquel y cuando me descubrieron te esperé en la sala para recibir el castigo que me merecía.
Entraste despacio, me viste y me dijiste con voz calmada: “Ponete zapatos, que vamos a salir”; me llevaste a un barrio lejano en un autobús público, entramos a unos billares de los que no me acuerdo el nombre; pediste que te alistaran una mesa y me preguntaste: “¿Qué te gusta jugar?”.
Bola negra, te dije. Jugamos siete partidos y los siete me los ganaste sin dificultad.
Cuando metiste la bola negra en el último juego me dijiste: “Mira si has perdido tu tiempo, le robaste a tu propia hermana, descuidaste tus estudios… y ni siquiera juegas bien”.
Pusiste el taco en la pared y te fuiste. Tuvieron que limpiar con un trapo las lágrimas que boté aquella tarde y no hubo trapo que limpiara en mi interior la lección que me dejaste. Cuando me tocó crecer físicamente lo hice mucho más que vos. Yo llegué al metro noventa y cuatro; vos te quedaste en tu metro sesenta y nueve. Que con los años fue disminuyendo. A pesar de la diferencia, siempre te vi para arriba, porque para mí no había nadie en el mundo más grande que vos.
Te sorprendí viejo en aquel juego de futbol, hace apenas unos años, cuando detuviste la chamusca y me llamaste la atención enfrente de todos y me dijiste: “Sé que en este deporte los pases en profundidad se ponen metros adelante del jugador y en diagonal… pero yo tengo 70 años, cabrón, a mí ponémela en las patas”.
Hace apenas cuatro años, a tus 71, andabas de mochilero recorriendo Europa, haciendo safaris en las tieras más escondidas de África o viajando cada fin de semana con mi madre a cualquier lugar. Igual un palacio, igual un puesto de comida sacudiendo moscas en la carretera. Jamás te quejabas y te sorprendías por todo.
¿Habrá manera más feliz de vivir? Te extrañé mucho cuando me fui a México, pero siempre supiste que este oficio fue todo culpa tuya, que vos me pusiste la primera guitarra en las manos y me enseñaste los primeros acordes con aquellas cuerdas de metal que ampollaban mis dedos de niño de 7 años.
Hoy, mi biografía es un rosario exhibicionista de logros, tengo lo que no llegué a soñar nunca y, a pesar de todo eso, cada vez que despierto en las mañanas pido al cielo que me permita ser por lo menos solo un poquito como vos.
Alguien decide las llegadas y las partidas en esta obra de teatro que se nos otorga solo por un ratito.
“Desde el parto ya compartimos la epidemia… de este síndrome de la caducidad”.
Sentado en tu lecho de enfermo, tomo tu mano y apenas siento vestigios de la fuerza que ostentaste siempre. No estoy seguro si entendés lo que te digo, pero tus ojos me dicen claramente que sabés a ciencia cierta que tenés contigo mi amor indescriptible, mi admiración y mi profundo respeto.
A tu lado inamovible, ese roble de vitalidad y solidaridad que escogiste como tu compañera de toda la vida, la Mimi, mientras la Ingue y la Vero multiplicándose para que no te haga falta una gota de vida a donde quiera que se consiga.
Hace 75 años, el mundo fue mejor lugar desde que lo poblaste; hoy, seguro vas como a convertir en un mejor lugar a donde quiera que vayas.
El otro día que a mí me toque, espero encontrarme al mismo ángel sin vocación, para sobornarlo de nuevo a cualquier precio y me dé la posibilidad de volverme a encontrar contigo, donde quiera que sea.
Te amaré siempre.

Tu hijo, Ricardo Arjona.

Les dejo este video de youtube con la canción "Vida" dedicada por Ricardo a su ejemplar padre Don Ricardo Arjona Moscoso incluida en Poquita Ropa su más reciente producción donde escribe "Dedicado a mi viejo, Don Ricardo.
Clic aquí


jueves, 9 de septiembre de 2010

Hombre ¡Por favor! No lo hagas


Esta tarde sentada frente a la pc así sin nada que hacer, como mucho de los días de estas vacaciones, me vino a la mente todas aquellas cosas que me desagradan y agradan de los hombres, podría hacer una lista sin fin de todas esas cosas que nos molestan a nosotras y de las maravillosas que muy poco o ya no hacen ellos.
Traté de opinar de la forma más general posible, porque pueden haber cosas que me desgraden a mi, pero que le gusten a otra. En fin, somos tan complicadas que ni nosotras mismas, a veces, nos llegamos a entender.
Las cosas expuestas en esta entrada no tienen ningún orden específico, de cual detesto más o cual detesto menos, de igual forma las que me agradan. Entonces lo haré de forma aleatoria. Aquí vamos.
  • Trajes de Baño… De solo imaginarlo me da de todo, ¿Cómo se te ocurre lucir un traje de baño tipo speedo, o tanga? eso te hace lucir menos hombre, o menos serio. Hace una semana estuve en la playa, y no me explico aún lo que vi, hombres de 40, 50, y hasta 70 usando trajes de baño WTF? Si no me agradan los de 20 en adelante con tanga, imaginense un señor de estos. #Fail total. Opta por usar bermudas, te haran lucir más masculino y mucho más agradable a la vista de nosotras.
  • ¿Cómo se supone que ella te acaricie el cabello, si te echas medio pote de gelatina?
  • Totalmente desagradable un hombres con uñas largas y sucias, ni hablar. Córtatelas no seas antihigienico.
  • El olor, es muy importante, es la tarjeta de presentación de la persona. Nada más encantador que un hombre se acerque a ti y huela rico. Que tú olor se quede impregnado en ella, eso no tiene precio.
  • No hagan ruido a la hora de comer, ni hables con la boca llena, nada más matapasiones que eso.
  • No orines fuera del baño, es desagradable. Por cierto, lávate las manos, lo notamos cuando no lo hacen, aunque no lo crean.
  • Presta atención muy bien a sus gestos, de esta forma puedes darte cuenta que tan bien o mal estas haciendo las cosas.
  • Demuestren interés, NO nos gusta ser nosotras las que siempre estamos pendiente de ustedes. Aquí aplica lo de : “El que no te escriba no quiere decir que no me importes, solo quiero saber cuanto te importo”
  • Nada mejor que un hombre demuestre seguridad de si mismo, sin llegar a ser arrogante.
  • También nos gustan los hombres que tienen visión de futuro, por supuesto, no falta la que diga “Y el dinero con que construirlo” a mi manera de pensar no es importante que tenga el dinero, pero si la disposición para trabajar y para construir lo que aspira.
  • Si ella cocina, al menos ayuda tú a lavar los platos.
  • No seas tacaño, por nada, pero por nada del mundo, si la invitas a salir paga tú, al menos en las primeras ocasiones, luego los gastos pueden ser compartidos.
  • ¿Estando con ella te estás buceando a otra? por favor, respeta o disimula al menos.
  • Nada peor que te hundas cuando ella te cuenta algún problema, te aseguro que al menos espera que la abrazes.
  • Nada MEJOR que un hombre detallista, y no me refiero a esos detalles que se compran con dinero, una llamada, una palabra, un abrazo cuando menos se espera, son cosas que nos derriten.
  • Por nada del mundo critiques a otras mujeres, es de mal gusto y feo que hables mal de otras.
  • Los músculos de fisicoculturista o de adicto al gimnasio, en mi caso muy particular, no me gustan.
  • Algunos cuentan lo bueno que son en la cama… lo irresistible.. Que grande lo tienen bla bla bla…..
¡NO LO HAGAS!